Si. Aveces nos invaden esos sentimientos llenos de tristeza y rencor. Lo vemos todo negro. Crees que ninguna luz volverá a iluminar esa cara bonita que esconde tu sonrisa. El miedo es quien llena todos esos vacíos que quedaron descubiertos de esa falsa seguridad. Pasan los segundos y solo logras imaginar que tus pies ya no andarán más allá de esta habitación en la que te encuentras. Porque siendo clara, te sientes perdida. No permites ser guiada por las lagrimas que inundaron ese pequeño y débil corazón. Sin embargo, cuando te has dado cuenta, has perdido más amaneceres de los que pensabas y muchas de las personas que creías que te acompañaban. Se han ido. Ya no están. Y ahora es cuando te das cuenta que para poder levantarse, solo nos necesitamos a uno mismo, a nuestra propia alma. Tus lindos ojos aun son capaces de ver la alba de nuevo. Sigues siendo capaz de seguir adelante porque ese coraje nunca murió en ti. Fuiste tu quien no quiso verlo.

(Para ti, Ivet...)

2 comentarios:

  1. Es maquíssim. Encara penso que no et vaig donar prou les gràcies, de veritat que ets massa. Trobo a faltar parlar amb tu, odio que depenguem de l'internet per fer-ho. T'estimo petita.

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